La aguja en el reloj pasa del segundo 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4... de repente en uno de esos pequeñísimos movimientos... tick! tack! ha cambiado toda nuestra vida. En un segundo toda una existencia es completamente distinta y ya nunca volverá a ser como antes de que esa aguja pasara del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4...
¿Destino? ¿Determinación? ¿Acción-reacción? ¿Causalidad?
¿Azar? ¿Libertad? ¿ Infinitas variables? ¿Casualidad?
¿Justicia? ¿Injusticia?
Creo que todo depende de qué cambio se produce con el movimiento de esa aguja...
Tick! Y alguien comienza a contar 1, 2, 3, 4...
Tack! Y alguien deja de contar... 0.
Pero la aguja sigue girando... y tú tienes que aprender que ya nada va a volver a ser igual.
30 de enero de 2007
24 de enero de 2007
"El dolor es un ensayo de la muerte"
(Los que hayan visto mi fotolog, entenderán el porqué. Los que no, que le echen un vistazo por favor.)
De verdad el dolor dignifica? Necesitamos pasar un calvario para ser mejores personas? O más aún, para ser únicamente personas?
O es, como no, un reducto del sempiterno catolicismo exacerbado que todavía sigue dirimiendo nuestros destinos morales. De la lacra que siginifica en este mundo los extremismos de cualquier fé.
Pero entonces hay personas que por desgracia nacen santas.
Que alguien le diga, por favor, a las madres de los niños de Chernobyl, o a otros muchos, que pueblan el mundo, y ya nacen con su pequeño destino marcado por el sufrimiento, que gracias a ello, sus hijos son mejores personas. Que eso que les ha tocado vivir, bueno o malvivir, les dignifica.
Hoy he mirado por un momento esos ojos captados en un instante y he visto el DOLOR, el verdadero, el que no tenemos ni idea de qué siginifica, el que no existe o parece que no existe en éste, nuestro pequeño reducto de pseudofelicidad. Ese al que asomamos por un momento la nariz, como cuando miramos a un precipicio con miedo a caer, con vértigo.
Qué necesidad tiene un niño que acaba de comenzar su viaje, de justificar su presencia aquí. Su risa, su mirada, su sola existencia, no es bastante justificación.
Quién es el ser abominable que mirando esos ojos puede tranquilizarles y decirles que tengan fé, que el señor, que su señor, llámese Dios, Alá, Buda o Yavéh, le ha enviado esa dura prueba y que eso va a ser la razón que les va a convertir en mejores personas, en personas dignas. Dignas de qué? De la lacra que les han impuesto otros hombres? Nosotros mismos? Y que ni siquiera vamos a mover un dedo por apartarles ni una milésima de ese páramo? (No vaya a ser que nos diginifiquemos nosotros).
Necesito ayuda, alguien que me lo explique.
En brazos de la fiebre
"Con los brazos de la fiebre
Que aún abarcan mi frente
Lo he pensado mejor
Y desataré
Las serpientes de la vanidad
El paraíso es escuchar
El miedo es un ladrón
Al que no guardo rencor
Y el dolor
Es un ensayo de la muerte
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
Gestado en mis escombros
De pastoso paladar
El disparate del caos
Me derrotó
Con palabras de alabanza
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quien lo arregla."
(Bunbury, Cardiel, Valdivia, Andreu, Boguslavsky)
De verdad el dolor dignifica? Necesitamos pasar un calvario para ser mejores personas? O más aún, para ser únicamente personas?
O es, como no, un reducto del sempiterno catolicismo exacerbado que todavía sigue dirimiendo nuestros destinos morales. De la lacra que siginifica en este mundo los extremismos de cualquier fé.
Pero entonces hay personas que por desgracia nacen santas.
Que alguien le diga, por favor, a las madres de los niños de Chernobyl, o a otros muchos, que pueblan el mundo, y ya nacen con su pequeño destino marcado por el sufrimiento, que gracias a ello, sus hijos son mejores personas. Que eso que les ha tocado vivir, bueno o malvivir, les dignifica.
Hoy he mirado por un momento esos ojos captados en un instante y he visto el DOLOR, el verdadero, el que no tenemos ni idea de qué siginifica, el que no existe o parece que no existe en éste, nuestro pequeño reducto de pseudofelicidad. Ese al que asomamos por un momento la nariz, como cuando miramos a un precipicio con miedo a caer, con vértigo.
Qué necesidad tiene un niño que acaba de comenzar su viaje, de justificar su presencia aquí. Su risa, su mirada, su sola existencia, no es bastante justificación.
Quién es el ser abominable que mirando esos ojos puede tranquilizarles y decirles que tengan fé, que el señor, que su señor, llámese Dios, Alá, Buda o Yavéh, le ha enviado esa dura prueba y que eso va a ser la razón que les va a convertir en mejores personas, en personas dignas. Dignas de qué? De la lacra que les han impuesto otros hombres? Nosotros mismos? Y que ni siquiera vamos a mover un dedo por apartarles ni una milésima de ese páramo? (No vaya a ser que nos diginifiquemos nosotros).
Necesito ayuda, alguien que me lo explique.
En brazos de la fiebre
"Con los brazos de la fiebre
Que aún abarcan mi frente
Lo he pensado mejor
Y desataré
Las serpientes de la vanidad
El paraíso es escuchar
El miedo es un ladrón
Al que no guardo rencor
Y el dolor
Es un ensayo de la muerte
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
Gestado en mis escombros
De pastoso paladar
El disparate del caos
Me derrotó
Con palabras de alabanza
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quien lo arregla."
(Bunbury, Cardiel, Valdivia, Andreu, Boguslavsky)
17 de enero de 2007
Bla, bla, bla...
Conocéis a Wigensttein? Supongo que sí claro, por lo menos el nombre. Y más de uno de los que me lee conoce mucho más de Wigensttein que yo, seguro. Hasta hace muy poco tiempo, este señor, no me interesaba en absoluto. OH!!! Difamación!!! La cosas que dice una cuando ya no está delante de los puristas. Lo admito, lo tuve que masticar, pero nunca lo tragué y menos pedí segundo plato.
Para no andarme con rodeos, este señor, básicamente, teorizaba sobre una existencía sin palabras... bueno he simplificado demasiado. Su teoría comunicacional-pragmática propone que el lenguaje se reduzca al meramante lógico, es decir, al simple lenguaje de la razón abstracta. Aquello de p implica q luego ... Como podéis suponer no comulgo con él en absoluto,
Pero, (en todo tiene que haber uno), las propias personas son las que me han hecho empezar a entender a Wigensttein de otra manera.
En lógica se diferencia entre el uso del lenguaje y la práctica del lenguaje. Esto más que una teoría es una realidad no sólo en el mundo del pensamiento sino en el nuestro. Sí sí, en nuestro día a día.
La palabra al cabo del día no es más que un correlato de letras, frases, párrafos, dichas sin ningún fundamento, más bien emitidas como sonidos en repuesta de otros sonidos... es usada, no practicada.
Pero qué pasa cuándo somos receptores y tomamos esas palabras en todo su sentido y en toda su dimensión?
Nos hacemos ilusiones, conjeturas, planes e incluso basamos nuestra existencia en esos sonidos emitidos en un momento dado por alguien. Nuestras palabras nos hacen ser como somos, nos definen más que el rostro, nos catalogan e incluso nos juzgan.
Entonces, cómo somos capaces de sólo usarlas. Cómo podemos vomitarlas o escupirlas cual autómata sin llegar a calibrar el alcance de lo expresado.
Tenemos el poder del constructo más grande de la historia del mundo, ese que nos distingue de todos lo seres y como es habitual nos desvirtuamos nosotros solos haciendo de él una mera moneda de cambio, un simple truco para salir del paso.
Somos conscientes, por haberlo vivido en nuestras carnes, del inmenso daño que hace recibir palabras que al tiempo se han descubierto vacías y carentes de sentido, pero una y otra vez dejamos de pensarlas y volvemos a repetir el mismo engaño.
Cuántas y cuántas veces vamos a denostarnos a nosotros mismos y vamos a ir por la vida como meros replicantes. No pensamos, no sentimos, sólo memorizamos y emitimos.
Existe un proverbio hindú muy famoso: "Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio".
Ni más bellas, ni más sabias... se tienen que sentir, como el silencio.
No quiero estar de acuerdo con Wigensttein nunca. No quiero ser únicamente razón, ignorante de lo que es la poesía.
Para no andarme con rodeos, este señor, básicamente, teorizaba sobre una existencía sin palabras... bueno he simplificado demasiado. Su teoría comunicacional-pragmática propone que el lenguaje se reduzca al meramante lógico, es decir, al simple lenguaje de la razón abstracta. Aquello de p implica q luego ... Como podéis suponer no comulgo con él en absoluto,
Pero, (en todo tiene que haber uno), las propias personas son las que me han hecho empezar a entender a Wigensttein de otra manera.
En lógica se diferencia entre el uso del lenguaje y la práctica del lenguaje. Esto más que una teoría es una realidad no sólo en el mundo del pensamiento sino en el nuestro. Sí sí, en nuestro día a día.
La palabra al cabo del día no es más que un correlato de letras, frases, párrafos, dichas sin ningún fundamento, más bien emitidas como sonidos en repuesta de otros sonidos... es usada, no practicada.
Pero qué pasa cuándo somos receptores y tomamos esas palabras en todo su sentido y en toda su dimensión?
Nos hacemos ilusiones, conjeturas, planes e incluso basamos nuestra existencia en esos sonidos emitidos en un momento dado por alguien. Nuestras palabras nos hacen ser como somos, nos definen más que el rostro, nos catalogan e incluso nos juzgan.
Entonces, cómo somos capaces de sólo usarlas. Cómo podemos vomitarlas o escupirlas cual autómata sin llegar a calibrar el alcance de lo expresado.
Tenemos el poder del constructo más grande de la historia del mundo, ese que nos distingue de todos lo seres y como es habitual nos desvirtuamos nosotros solos haciendo de él una mera moneda de cambio, un simple truco para salir del paso.
Somos conscientes, por haberlo vivido en nuestras carnes, del inmenso daño que hace recibir palabras que al tiempo se han descubierto vacías y carentes de sentido, pero una y otra vez dejamos de pensarlas y volvemos a repetir el mismo engaño.
Cuántas y cuántas veces vamos a denostarnos a nosotros mismos y vamos a ir por la vida como meros replicantes. No pensamos, no sentimos, sólo memorizamos y emitimos.
Existe un proverbio hindú muy famoso: "Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio".
Ni más bellas, ni más sabias... se tienen que sentir, como el silencio.
No quiero estar de acuerdo con Wigensttein nunca. No quiero ser únicamente razón, ignorante de lo que es la poesía.
11 de enero de 2007
"El Vaticano "rehabilita" a Oscar Wilde"
(Título de noticia publicada en el diario El Mundo, sección de cultura. Sábado 6 de enero de 2007.)
Quizá tienen razón, quizá soy yo la que estoy equivocada, quizá al final del camino todo el mundo ve la luz y se deja llevar por ellos... quizá sí que existe un reino de los cielos y todos nos arrepentimos de nuestra mala y disoluta vida, quizá entonamos el "mea culpa" con el último hálito.
Puede ser que Bruno, Galileo, Servet, Wilde, Sade, Nietzche, Sartre... estén riéndose de todos nosotros viéndonos desde arriba con sus alas de querubín. Y se habrán olvidado, forzosamente, de todo eso que intentaron meternos en la cabeza, ideas equivocadas, claro está.
E incluso se habrán dado cuenta de que, en realidad, todo aquello que pretendieron demostrar, era una grandísima falacia, que en su fuero interno, estaban entonando himnos victoriosos y máximas aleccionadoras, que gracias a ellos tenemos la guía para encontrar el camino recto y la justa medida.
Que toda la jerarquía con sus riquezas, sus debilidades, (como las de todos a los que quieren martirizar), su opulencia y su palio es lo que necesitamos para hacer que éste, nuestro paso por el perverso mundo terrenal, no sea en balde, no caiga en la más profunda de las oscuridades.
Los que forman esta humilde pirámide jerárquica son los que reinterpretan a esos que en vida no supieron expresarse como es debido. Ellos, que tienen la iluminación de la sabiduria celestial, son los que los releen ahora y nos hacen darnos cuenta de lo que verdaderamente querían escribir, expresar y pensar.
En un momento dado de la historia podría parecer que esos grandeshombres quisieron denostar el poder que viene del más allá, hubo quien interpretó sus palabras como si fueran un alegato en contra del camino recto y de la obediencia.
Pero ahora, gracias a que tenemos entre nosotros a mentes preclaras siguiendo el verdadero camino, se puede afirmar que todos esos hombres estaban en realidad aleccionándonos a todos, simples pecadores, de que tenemos ampararnos en el seno de la iglesia católica.
Alguien sabe cómo acabó Oscar Wilde sus días, alguien sabe el calvario que le hicieron pasar, sólo por su condición sexual. Alguien recuerda "El retrato de Dorian Gray"???
Por favor que le diga al Padre Sapienza y a todo el plantel del Vaticano en fila india, que con los escritos del fabuloso Benedicto XVI, Juan Pablo II, Juan XXIII, etc, etc, etc, podríamos hacer nosotros los mismo, es decir, interpretar lo que nos salga del mismísimo centro del interés.
Y por favor que no son terapeutas, que no tienen que rehabilitar a nadie.
Copón!!!
Quizá tienen razón, quizá soy yo la que estoy equivocada, quizá al final del camino todo el mundo ve la luz y se deja llevar por ellos... quizá sí que existe un reino de los cielos y todos nos arrepentimos de nuestra mala y disoluta vida, quizá entonamos el "mea culpa" con el último hálito.
Puede ser que Bruno, Galileo, Servet, Wilde, Sade, Nietzche, Sartre... estén riéndose de todos nosotros viéndonos desde arriba con sus alas de querubín. Y se habrán olvidado, forzosamente, de todo eso que intentaron meternos en la cabeza, ideas equivocadas, claro está.
E incluso se habrán dado cuenta de que, en realidad, todo aquello que pretendieron demostrar, era una grandísima falacia, que en su fuero interno, estaban entonando himnos victoriosos y máximas aleccionadoras, que gracias a ellos tenemos la guía para encontrar el camino recto y la justa medida.
Que toda la jerarquía con sus riquezas, sus debilidades, (como las de todos a los que quieren martirizar), su opulencia y su palio es lo que necesitamos para hacer que éste, nuestro paso por el perverso mundo terrenal, no sea en balde, no caiga en la más profunda de las oscuridades.
Los que forman esta humilde pirámide jerárquica son los que reinterpretan a esos que en vida no supieron expresarse como es debido. Ellos, que tienen la iluminación de la sabiduria celestial, son los que los releen ahora y nos hacen darnos cuenta de lo que verdaderamente querían escribir, expresar y pensar.
En un momento dado de la historia podría parecer que esos grandeshombres quisieron denostar el poder que viene del más allá, hubo quien interpretó sus palabras como si fueran un alegato en contra del camino recto y de la obediencia.
Pero ahora, gracias a que tenemos entre nosotros a mentes preclaras siguiendo el verdadero camino, se puede afirmar que todos esos hombres estaban en realidad aleccionándonos a todos, simples pecadores, de que tenemos ampararnos en el seno de la iglesia católica.
Alguien sabe cómo acabó Oscar Wilde sus días, alguien sabe el calvario que le hicieron pasar, sólo por su condición sexual. Alguien recuerda "El retrato de Dorian Gray"???
Por favor que le diga al Padre Sapienza y a todo el plantel del Vaticano en fila india, que con los escritos del fabuloso Benedicto XVI, Juan Pablo II, Juan XXIII, etc, etc, etc, podríamos hacer nosotros los mismo, es decir, interpretar lo que nos salga del mismísimo centro del interés.
Y por favor que no son terapeutas, que no tienen que rehabilitar a nadie.
Copón!!!
8 de enero de 2007
FACILIDADES TREINTAÑERA!!!
Esto va para una persona muy especial. Tan especial que me siento parca en palabras, y ya sabéis que es difícil hacerme callar.
Nos conocemos desde hace tres segundos, pero cuando la miro a los ojos me siento en casa, en su casa, una casa cálida, acojedora y luminosa, como es ella.
De unas cuantas conversaciones cristalinas, como sólo ella sabe ser, he buceado poco a poco en su fondo y creo haber encontrado un tesoro, aunque más de uno que me esté leyendo estará advirtiéndome: te quedan muchos por descubrir. Qué alegría tener tanto tiempo... Creo que tiene uno reservado para cada una de las personas que la conocemos.
Seguramente estaría poniendo todo esto en palabras mucho mejor que yo, que me siento muy torpe esta mañana y sobre todo hablando de Meri. Porque estoy aprendiendo de ella, porque me queda mucho por conocer y porque la admiro muchísimo. Y porque me saca la sonrisa aunque esté en estado febril, y eso creo que sólo lo hacía Nacho hasta ahora.
Esto va para tí, treintañera, para que te acuerdes que la vida empieza a los treinta, para que sigas siendo como un bastión para todos los que te conocemos y para decirte... aquí por lo bajo, entre tú y yo, que en los treinta no hace falta tenerlo todo controlado y que nos sigue encantando hacer juegos de malabares... eh! pero si se te cae una pelota también vale llorar y patalear un poco.
Felicidades Meri!!! Gracias por abrirme las puertas de par en par y hacerme sentir que he entrado por la puerta grande con alfombra roja.
P.D. Treinta y uno... ahora que lo pienso estamos en nuestra madurez sexual... aprovecha!!!
Nos conocemos desde hace tres segundos, pero cuando la miro a los ojos me siento en casa, en su casa, una casa cálida, acojedora y luminosa, como es ella.
De unas cuantas conversaciones cristalinas, como sólo ella sabe ser, he buceado poco a poco en su fondo y creo haber encontrado un tesoro, aunque más de uno que me esté leyendo estará advirtiéndome: te quedan muchos por descubrir. Qué alegría tener tanto tiempo... Creo que tiene uno reservado para cada una de las personas que la conocemos.
Seguramente estaría poniendo todo esto en palabras mucho mejor que yo, que me siento muy torpe esta mañana y sobre todo hablando de Meri. Porque estoy aprendiendo de ella, porque me queda mucho por conocer y porque la admiro muchísimo. Y porque me saca la sonrisa aunque esté en estado febril, y eso creo que sólo lo hacía Nacho hasta ahora.
Esto va para tí, treintañera, para que te acuerdes que la vida empieza a los treinta, para que sigas siendo como un bastión para todos los que te conocemos y para decirte... aquí por lo bajo, entre tú y yo, que en los treinta no hace falta tenerlo todo controlado y que nos sigue encantando hacer juegos de malabares... eh! pero si se te cae una pelota también vale llorar y patalear un poco.
Felicidades Meri!!! Gracias por abrirme las puertas de par en par y hacerme sentir que he entrado por la puerta grande con alfombra roja.
P.D. Treinta y uno... ahora que lo pienso estamos en nuestra madurez sexual... aprovecha!!!
3 de enero de 2007
Menos mal!!!
"Un escáner muestra cómo imagina el cerebro el futuro.
El hallazgo permitirá explicar cómo el ser humano se anticipa a las consecuencias de sus actos"
BBC - Washington - 03/01/2007
A mí antes los científicos me caían bien. Cuando todavía eran "científicos poéticos" (aunque os suene a paradoja), cuando las explicaciones se escapaban de las manos. Cuando el empirismo se les quedaba pequeño. Cuando la metafísica era la última frontera. Cuando tenían que recurrir a la imaginación, a las ideas...
Menos mal que el ser humano es un microcosmos, infinito.
Saben el dónde pero no el cómo, ni el qué... menos mal!!!
El hallazgo permitirá explicar cómo el ser humano se anticipa a las consecuencias de sus actos"
BBC - Washington - 03/01/2007
A mí antes los científicos me caían bien. Cuando todavía eran "científicos poéticos" (aunque os suene a paradoja), cuando las explicaciones se escapaban de las manos. Cuando el empirismo se les quedaba pequeño. Cuando la metafísica era la última frontera. Cuando tenían que recurrir a la imaginación, a las ideas...
Menos mal que el ser humano es un microcosmos, infinito.
Saben el dónde pero no el cómo, ni el qué... menos mal!!!
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