Cuando una realidad se compone de tantas y tantas verdades se hace insostenible. Alguna de esas certezas, casi siempre la más ignorada, intenta abrirse paso entre todas las demás y hacerse escuchar, sobre todo por la que está en el culmen, en la cúspide de esa realidad, (suele ser la verdad más minoritaria y por eso, aunque suena paradójico, la más irreal).
Cuando esto ocurre, la realidad se tambalea y comienzan a surgir los absurdos, las contradicciones, las falacias... Y el elemento más débil, que también ironía, es el que se hace sabedor y receptor de todo ello, desaparece.
Es lo que está ocurriendo ahora mismo.
Lo que no sé es si seremos conscientes antes y no llegaremos a desaparecer. Aunque, cuántos lo harán en ese trayecto por la realidad.