17 de enero de 2007

Bla, bla, bla...

Conocéis a Wigensttein? Supongo que sí claro, por lo menos el nombre. Y más de uno de los que me lee conoce mucho más de Wigensttein que yo, seguro. Hasta hace muy poco tiempo, este señor, no me interesaba en absoluto. OH!!! Difamación!!! La cosas que dice una cuando ya no está delante de los puristas. Lo admito, lo tuve que masticar, pero nunca lo tragué y menos pedí segundo plato.
Para no andarme con rodeos, este señor, básicamente, teorizaba sobre una existencía sin palabras... bueno he simplificado demasiado. Su teoría comunicacional-pragmática propone que el lenguaje se reduzca al meramante lógico, es decir, al simple lenguaje de la razón abstracta. Aquello de p implica q luego ... Como podéis suponer no comulgo con él en absoluto,
Pero, (en todo tiene que haber uno), las propias personas son las que me han hecho empezar a entender a Wigensttein de otra manera.
En lógica se diferencia entre el uso del lenguaje y la práctica del lenguaje. Esto más que una teoría es una realidad no sólo en el mundo del pensamiento sino en el nuestro. Sí sí, en nuestro día a día.
La palabra al cabo del día no es más que un correlato de letras, frases, párrafos, dichas sin ningún fundamento, más bien emitidas como sonidos en repuesta de otros sonidos... es usada, no practicada.
Pero qué pasa cuándo somos receptores y tomamos esas palabras en todo su sentido y en toda su dimensión?
Nos hacemos ilusiones, conjeturas, planes e incluso basamos nuestra existencia en esos sonidos emitidos en un momento dado por alguien. Nuestras palabras nos hacen ser como somos, nos definen más que el rostro, nos catalogan e incluso nos juzgan.
Entonces, cómo somos capaces de sólo usarlas. Cómo podemos vomitarlas o escupirlas cual autómata sin llegar a calibrar el alcance de lo expresado.
Tenemos el poder del constructo más grande de la historia del mundo, ese que nos distingue de todos lo seres y como es habitual nos desvirtuamos nosotros solos haciendo de él una mera moneda de cambio, un simple truco para salir del paso.
Somos conscientes, por haberlo vivido en nuestras carnes, del inmenso daño que hace recibir palabras que al tiempo se han descubierto vacías y carentes de sentido, pero una y otra vez dejamos de pensarlas y volvemos a repetir el mismo engaño.
Cuántas y cuántas veces vamos a denostarnos a nosotros mismos y vamos a ir por la vida como meros replicantes. No pensamos, no sentimos, sólo memorizamos y emitimos.
Existe un proverbio hindú muy famoso: "Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio".
Ni más bellas, ni más sabias... se tienen que sentir, como el silencio.
No quiero estar de acuerdo con Wigensttein nunca. No quiero ser únicamente razón, ignorante de lo que es la poesía.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

las palabras son moneda de cambio, que inmensa verdad !! por un lado es triste, pero por otro lado podriamos sobrevivir usando las palabras de modo escrupulosamente literal ? como podriamos vivir en paz en medio de una jungla de sinceridad ?

meri dijo...

bla bla bla bla BLA BLA...vivimos en un mundo ruidoso y soverbio en el que quien se lleva los aplausos desgraciadamente es el que mas grita, insulta o falta al projimo. Modelos de comunicación como una tal Patiño y compañia consiguen que creamos que la españa de la libertad es la españa del mal gusto. Da igual lo que se diga, o importante es cómo suene...pido un poquito de silencio por favor que con tanto ruido no puedo pensar.
meri

Anónimo dijo...

El ser humano es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios... No hay que equivocarse, no siempre el que permanece silencioso lo hace porque tiene un inmenso mundo interior, a veces simplemente no tiene nada que decir y otras veces es sencillamente un necio. El silencio no es siempre la perfección, hat voces, sonidos y palabras que nos devuelven la fe en la vida.

Anónimo dijo...

"No los odias?, esos silencios incómodos.
¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos?.
Es por eso que sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio"
Mia Wallace (Pulp Fiction)

chopitosmum dijo...

Para anónimo:
Nos vemos avocados al silencio, que personalmente tan poco me gustan, si esas palabras, que como bien dices devuelven la fé en la vida, van mucho más vacías que el propio silencio.
Y seguramente sabes a qué me refiero, porque conocerás a gente que hablar por hablar, dice por rellenar y promete sin compromiso.
Eso es a lo que me refiero. tenemos un instumento muy valioso, precioso más bien y como siemprwe hemos terminado utilitarizándolo.
Gracias por leerme.

Anónimo dijo...

las palabras son pura herramienta
la verdad se encuentra en los ojos

Anónimo dijo...

Creo que si no sabes hablar sobre algún tema es mejor no decir nada. Es más ético y la gente lo nota.
Es por ello por lo que no voy a decir más....

;) Besitos

Anónimo dijo...

La palabra, precioso instrumento que si se utiliza de manera bella crea arte; sin conocimiento crea estúpidos; sin necesidad crea desengaños; sin fe crea mentiras...
Un placer leer las tuyas.