24 de enero de 2007

"El dolor es un ensayo de la muerte"

(Los que hayan visto mi fotolog, entenderán el porqué. Los que no, que le echen un vistazo por favor.)
De verdad el dolor dignifica? Necesitamos pasar un calvario para ser mejores personas? O más aún, para ser únicamente personas?
O es, como no, un reducto del sempiterno catolicismo exacerbado que todavía sigue dirimiendo nuestros destinos morales. De la lacra que siginifica en este mundo los extremismos de cualquier fé.
Pero entonces hay personas que por desgracia nacen santas.
Que alguien le diga, por favor, a las madres de los niños de Chernobyl, o a otros muchos, que pueblan el mundo, y ya nacen con su pequeño destino marcado por el sufrimiento, que gracias a ello, sus hijos son mejores personas. Que eso que les ha tocado vivir, bueno o malvivir, les dignifica.
Hoy he mirado por un momento esos ojos captados en un instante y he visto el DOLOR, el verdadero, el que no tenemos ni idea de qué siginifica, el que no existe o parece que no existe en éste, nuestro pequeño reducto de pseudofelicidad. Ese al que asomamos por un momento la nariz, como cuando miramos a un precipicio con miedo a caer, con vértigo.
Qué necesidad tiene un niño que acaba de comenzar su viaje, de justificar su presencia aquí. Su risa, su mirada, su sola existencia, no es bastante justificación.
Quién es el ser abominable que mirando esos ojos puede tranquilizarles y decirles que tengan fé, que el señor, que su señor, llámese Dios, Alá, Buda o Yavéh, le ha enviado esa dura prueba y que eso va a ser la razón que les va a convertir en mejores personas, en personas dignas. Dignas de qué? De la lacra que les han impuesto otros hombres? Nosotros mismos? Y que ni siquiera vamos a mover un dedo por apartarles ni una milésima de ese páramo? (No vaya a ser que nos diginifiquemos nosotros).
Necesito ayuda, alguien que me lo explique.

En brazos de la fiebre

"Con los brazos de la fiebre
Que aún abarcan mi frente
Lo he pensado mejor
Y desataré
Las serpientes de la vanidad
El paraíso es escuchar
El miedo es un ladrón
Al que no guardo rencor
Y el dolor
Es un ensayo de la muerte
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
Gestado en mis escombros
De pastoso paladar
El disparate del caos
Me derrotó
Con palabras de alabanza
En la piel de una gota
Mis alas volvieron rotas
Y entre otras cosas
Ya no escriben con tinta de luz
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quién lo arregla
El paraíso deviene en infierno y luego se queja
Y sin que nadie se mueva quien lo arregla."

(Bunbury, Cardiel, Valdivia, Andreu, Boguslavsky)


8 comentarios:

Anónimo dijo...

yo pertenezco al club de los calvarios, o era al de los calvos?????

meri dijo...

La iglesia no ha inventado nada nuevo, barre para casa cuando explica injusticias de las que todos participamos. Seriamos mas francos si dijeramos que el sufrimiento de muchos niños es el precio que tienen que pagar algunos para que nosotros tengamos la calidad de vida casi inmoral de la que disfrutamos, pero ninguno de nosotros tiene la mas minima intencion de llevar una vida menos inmoral dejando de disfrutar de las payasadas a las que nos abandonamos cada dia que vivimos. Sí, hay cinismo en cada dogma de fe, pero tambien lo hay en cada uno de nosotros.

Anónimo dijo...

bien dicho meri.
yo no te puedo decir si el dolor dignifica y por qué... y que me dices del trabajo? por qué narices dignifica el trabajo?

Anónimo dijo...

El dolor, el sufrimiento,la muerte son las diferentes facetas de la vida, como las caras de un diamante... Pero los niños, los niños te devuelven con su capacidad de aceptación, de sufrimiento, de resignación, todas las injusticias e indignidades que comemetos con ellos. No, el sufrimiento no les hace mejores ni más dignos pero si los convierte en gigantes frente a un mundo de enanos mezquinos empeñados en explotarles sexualmente, en obligarles a fabricar Nikes, a extraser minerales valiosisimos en minas inmundas, que los compra y los vende como mascotas de adopción... Su sufrimiento no los hace mejores, pero los saca limpios de este pozo de mierda en el que hemos convertido el mundo. Y hace mejores a las madres para las que el dolor de parirlos se prolonga dia a dia en el dolor impotente de verlos consumidos de fiebre, de hambre, de sida, de desesperanza. Por algo, para ser una mujer no es necesario ser madre, pero para ser una madre hay que ser una mujer. ¿Una utopía? Un mundo de niños libres y de madres (hayan parido o no).

Anónimo dijo...

No hay explicación posible ni razonable. Los creyentes dicen que su Dios les manda esa prueba...para ellos es así, porque no tienen más explicaciones.
Yo creo que el dolor dignifica en pequeñas cantidades, las pequeñas, casi insignificantes cosas que nos pueden pasar a nosotros en nuetra rutina sí que nos dignifican y nos dan fuerza. Pero eso ya es otro nivel y creo que lo que consigue es lo contrario...que se pierdan las ganas de vivir. Solo hay que ver lo que dicen sus ojos.

Anónimo dijo...

al infierno todas

Anónimo dijo...

no creo que el dolor dignifique;quizá haga más fuerte al que lo sufre, para poder soportarlo.
dignifica ayudar, movernos en su favor y seguro que ves alguna manera de hacerlo.

Anónimo dijo...

Ni dignifica el dolor ni dignifica la pena. Y para mí, no es más horrible que le pase a un niño, a una mujer o a un hombre. El dolor no es más insoportable tampoco por el hecho de ser injusto, lo que pasa es que la injusticia duele, crea impotencia y en ocasiones ese sentimiento culpabilidad hacia uno mismo.
La vida no es justa siempre. El que nada hace, nada cambia. Pero cambiar es sólo una opción.