15 de junio de 2007

Una hermana pequeña

Son quizá demasiadas cosas para plasmarlas en una parcelita virtual tan pequeña, son incontables vivencias, sentimientos, ratos, risas... pero nunca, nunca suficientes.
Probablemente yo iba buscando una hermana pequeña durante toda mi vida, quizá tú siempre ansiaste esa hermana mayor pero que todavía fuera complice.
Y ya sabéis todos que los hermanos también invierten los papeles, la madurez en muchos casos no es cuestión de cronología. Y al final, has acabado cuidando de mí miles de veces. ¿Y cuándo no he ido yo a refugiarme en ti?
Tengo que admitir que como buena hermana, eres de las personas que más me llegan a exasperar de este mundo. También hay que verte la cara a ti cuando yo comienzo con mis desvaríos!!!
Claro que, estoy tan, tan acostumbrada a que mi vida pase a través de la tuya, que aunque estés a kilómetros, sean físicos o mentales, siempre pienso que tengo que contarte esto o aquello antes de que me reviente en la cabeza.
Puede haber momentos que hayamos dejado claro, clarísimo que Pi y Vir somos dos, no una con dos cabezas.
Puede que los haya habido, en los que una dosis de veneno fugaz nos haya hecho pensar que al fin y al cabo, la vida continúa sin la otra.
Pero justo en esos momentos ha sonado el teléfono, (qué hubiéramos sido sin ese aparatejo???), y todo vuelve a su ser, y la sonrisa vuelve y la calma también. Y cuando todo está en su sitio es cuando nos damos cuenta, cuando me doy cuenta, que claro que la vida seguiría sin la otra, pero realmente a quién le interesa esa vida.
Si nos hubieran dicho que íbamos a celebrar tus 30 aún juntas nos hubiéramos carcajeado, creo que hubiéramos señalado a cualquiera menos a nosotras.
Pues aquí hemos llegado, y lo único que me queda por decirte es que me has mal acostumbrado a tenerte siempre cerca, a que seas parte de mi vida y a necesitar ser parte de la tuya.
Para qué nos vamos a contradecir
Te quiero Pi.
FACILIDADES!!!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es precioso! describes perfectamente eso que sentimos entre hermanos. Me alegro por tí, y por ella.

Unknown dijo...

De lo más bonito que has escrito, la verdad.

Las 2 sois la releche!!!!

Os quiero!!!

Anónimo dijo...

Verdad que a veces lo/as hermano/as te los da la vida y no la naturaleza. Compartir útero, años, vida, no conduce necesariamente a la fraternidad. A veces conduce a dejar un vacío tremendo en el corazón. Yo también me alegro por ti y por ella. Felicidades, Pi.

Anónimo dijo...

¿A tu hermana le llamas Pi? Es que mi hermana también me llama Pi a veces (de Pichu! jaja!) y yo a ella la llamo Vir, (porque se llama Virginia, obviamente)¡qué pasada!
Por cierto, me pareció precioso!

Anónimo dijo...

Joder Vir, se me han saltado las lagrimillas y todo al leerlo.