Si hay algo que me revienta, me enerva y me cabrea, (por qué no decirlo), es la mentira sosa, insulsa, increíble por poco cavilada... esas que algunas veces soltamos sin pensar, para salir del paso, para poder mirar hacia otro lado silbando.
Pero no, no nos llamemos tontos así a la cara. Vamos a currárnoslo un poquito, por favor.
Porque, vamos a ver, mentir, lo que se dice mentir, mentimos todos, TODOS. Calculando a ojo creo que soltamos por éstas, nuestras tiernas boquitas, unas 3 ó 4 mentiras al día.
Y haciendo otro repaso, a modo de Sigma-Dos, creo que el ranking a los más mentidos, el top four de las víctimas es: la madre, la pareja, el jefe y a uno mismo.
El orden ya, depende de cada uno, ya sabéis que el producto pemanece inalterado, que no las conciencias; porque no es lo mismo mentirle a tu jefe que a tu madre y desde luego, ni punto de comparación tiene contarle un cuento a tu pareja que a tu madre, ni, desde luego, engañarte a ti mismo que ¡¡¡a tu madre!!! (Ahora mismo parece que la tengo ,aquí, a mi lado mirándome con esa cara que sólo ellas saben poner y que nos hace sentir tan mal).
Conociendo todos estos datos, y sobre todo, siendo conscientes de que solemos mentir a las personas que más nos conocen, por no decir radiografían: por qué narices nos lo montamos tan mal. Por qué somos tan sumamente vagos de, habiendo decidido soltar una mentirijilla, trabajarla un poquito.
Vamos mucho más allá, por qué si algo no merece tantísima importancia como para que estrujemos nuestro cerebro y saquemos a relucir nuestras dotes dramáticas, decidimos hacerlo.
Si decides contarme una bola del tamaño de tu cabeza, utilízala enterita para buscar algo que sea totalmente verosímil, y que no ofenda a mi intelecto en tanto que sea posible, y por ende nuestra relación, porque a esto yo lo considero un menosprecio absoluto.
Como dijo el buen René, "Pienso, luego existo". Me ves delante de ti ¿no? Me puedes tocar y pellizcar, incluso darme un tortazo. Pues entonces es que le puedo dar a la materia gris y darme cuenta de que las razones que me estás dando para la simple pregunta que te he hecho, son totalmente absurdas y más falsas que la cara que te estoy poniendo ahora mismo de que me lo estoy creyendo.
Que conste que no soy una abanderada del engaño, tampoco considero, la tan larueada hoy en día sinceridad, como una virtud capital y necesaria, (pero eso es otro tema). Pero precisamente con todo esto lo que intento meterme en la cabeza es que, dándonos cuenta de que en contadas ocasiones la mentira es necesaria, no la malgastemos, ni la convirtamos en algo que decir cuando no nos llegan las palabras.
No busquemos más ocasiones de las que se nos presentan para utilizarla. Porque efectivamente, es un arma. (Como las de destrucción masiva, que existían de verdad de la buena, palabrita del niño Jesús). Y como tal, se puede volver contra nosotros.
Y más aún si encima no somos lo suficientemente sinceros con nosotros mismos como para saber cuándo decir la verdad, en lugar de una mentira ajada e intragable que aparte de dejarnos totalmente en ridículo, hace que rebajemos al otro a la altura del mosquito.
¡Venga! A ver cuántos de los que vais a escribir en los posts sois sinceros...
8 comentarios:
bueno tesoro voy a mojarme un poquillo con el post.
miento de vez en cuando y pienso que deberia mentir mas a menudo.
me explico.
cuando una persona me hace una pregunta malintencionada o capciosa o indiscreta...
cuando quiero resguardar mi intimidad o la intimidad de alguien...
cuando alguien pretende estar al corriente de todos mis movimientos y da por sentado que debo estar siempre disponible...
cuando utilizan mis palabras o actos como trampolin para los celos,la envidia y la competición...
lo que quiero decir es que unas pocas personas reciben mentiras constantemente porque es lo que siembran...
ya está ahí queda.
un abrazo !!
Menudo tema chopitos!!
Bueno, de momento estoy de acuerdo con tu texto y con el comantario que ha dejado munxeta.
Ahora mi posición, yo creo que soy de esos tontos que a veces mienten sin saber porqué y dándose cuenta justo cuando acabas de joderla...
Es una reacción, una declaración de intención de realidad, de pensar que esto le viene mejor a la otra persona y que el asunto no merece la pena una discusión [cuanto menos, conversación].
Lo que de verdad no soporto es la mentira evidente, maquillada con prepotencia y aderezada con otro poco de soberbia... esa ya no, y miro que normalente si no me afecta personalmente paso de la mentira y pienso para mí que bueno, que allá él/ella con su movida. Pero si la mentira es de la que cito arriba, ya me enerva y me lanzo, porque como bien dices, mentir es normal e incluso sano. La falta de respeto ya es otra cosa...
Salu2 y espero que esto que escribes sea [en todo caso] sólo una pequeñísima parte de tus vacas ;)
La grandeza de una mentira es directamente proporcional a la imperiosa necesidad que tiene el que es engañado de creerse lo que le cuentan...Espejo espejito, quien es la más guapa del garito?
Ay, Chopis, qué texto más bonito y cierto el de hoy... Pero te diré una cosa, a mi madre no la engaño ni currándomelo todo un año... Ains! Ella puede hacer que no se entera, y dejarme hacer, pero que engañar, engañar, no creo que nunca la engañase... A pesar de mis numerosos intentos... jaja!
me declaro carente de astucias en este mundo. miento poco y mal, frente a las situaciones que plantea munxeta opto por callarme, con lo que algunos me toman por idiota (eso tambien es una salida). Hay quien cree que callas por no tener nada que decir... pobriños. No miento bien, no disimulo bien, no soy diplomática... lo llevo claro.
Lo bueno es que cuando alguien o algo me gusta tampoco disimulo: se ilumina mi cara. Tal vez sea por respeto a la inteligencia de los demás por lo que no miento, considero que para mentir hay que ser inteligente, tener buena memoria y poca integridad y yo creo que no ando precisamente en esas proporciones. Me lio y suelto tonterias.
http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2001/ast19jan_1.htm
mentiras "odiosas" y mentiras "amorosas"...
las primeras se utizan para fastidiar al prójimo y las segundas para salvaguardar a otro prójimo, al que evidentemente,queremos más.
Bueno bueno, que debate a la vuelta de las vacas, mae mia! Lo primero de todo un besazo, me alegra mucho volver a leerte guapa.
Respecto al tema, pues es complicado porque la mentira es uno de esos males necesarios. Y la destreza a la hora de hacer uso de ella creo que depende de cuánto nos importe el tema en cuestión. Cuanto menos me importe la persona a la que va dirigida la mentira, o a quien pretenda proteger con ella, menos me lo curraré. De todos modos debes tener también otros factores en cuenta. Si la mentira responde a una pregunta improvisada y que no de tiempo apenas a pensar a la otra persona. Y por otro lado, a quién va dirigida la mentira, pues no está tanto el ingenio en el mentir como en el saber descubrir la mentira. Tu eres inteligente, debe ser complicado mentirte.
Un abrazo.
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