1 de noviembre de 2006

Antes de...

Volviendo al tema que nos ocupaba. Quiero hacer incapié en los "antes de..." ya que mi deseo es crear un verdadero ejército de adeptos, bueno más bien disfrutadores, de esos grandes pequeños momentos.
El "antes de.." surgió de una de tantas noches de ron y amigos que tanto me gustan.
Todo comenzó hablando otra de mis perdiciones: la comida. Porque no hay un "antes de..." más grande que cuando nos ponen ese delicioso plato delante... el olor, el color, el acto de coger el cubierto, la sensación de pinchar, acercarlo a la boca... el antes de...
Intentando explicar a uno de los contertulios lo genial de los "antes de.." empezamos a extrapolarlos a toda nuestra vida y sin darnos cuenta, como suelen aparecer las maravillas, surgió la teoría de los "antes de..."
El ser humano en su afán utilitarista de cuanto y para cuantos más y mejor, se ha obligado, autoimpuesto, que la felicidad tiene que ser duradera, grande y abarcar a la mayoría de individuos posible.
Los placeres pequeños, solitarios, onanistas, quedan en un segundo plano, no se encuadran dentro de los ladrillos del gran edificio de la felicidad.
Los "antes de..." son pequeños retazos de placer máximo en los que el fin de la espera y la consecución de algo quedan completamente en el aire y es ese vacío o esa plenitud la que nos hace llenarnos de multitud de sensaciones que entran en lucha o en perfecta armonía.
El fin y el principio de ese deseo se dan la mano pero sin llegar a materializarse, por lo que el ansia y el placer nos dominan completamente. Puede ser algo así como que en décimas de segundo, la incertidumbre va dejando terreno a la felicidad, hasta que la primera desparece y la segunda se afianza.
Si pensamos por un momento, nuestros días están llenos de "antes de..." en los que ni siquiera reparamos, y que, con que pusieramos un mínimo de atención, supondrían el aliciente perfecto para esta existencia, en la que tenemos que encontrar la felicidad absoluta y total.
Quizá los "antes de..." suponen un aunténtico y absoluto ejercicio de egocentrismo y egoísmo, pero le estamos quitando con ello sus instantes de montaña rusa a alguien?
Buscar y buscar... y empezar a disfrutar de esos pequeños sustratos de felicidad pura.
Porque no todo tiene que ser universal, ni global, ni compartido, ni útil.
Porque todos tenemos derecho a nuestras parcelitas de onanismo.
"Antes de..."


P.D. Dedicado a Po. Mi acompañante de descubrimiento aquella noche.




5 comentarios:

meri dijo...

fin de la espera y logro de un deseo, de la incertidumbre a la felicidad...esa parcelita de felicidad individual resumida en milesimas de segundo...¡¡que bien escribes vir!! en serio que no es nada facil de explicar esto que con tanta claridad nos regalas

D.G. dijo...

Totalmente de acuerdo con meripetix, tienes una facilidad precios de hacernos sentir lo que quieres, y tan solo con el frío tacto de las palabras escritas, sin gestos, sin muecas, sin una sonrisa, sin un 'antes de susurrarte' ni ningún tono por encima del otro...
Me gusta, antes de entrar al blog ...
Cuidate!

Anónimo dijo...

Vamos a por ello. Unámonos los defensores del "antes de" y expliquemos al resto del mundo cómo hay que disfrutarlos, cómo hay que valorarlos. Registremos con honestidad esas instantaneas sensaciones. Pasémoslo bien.
Ya hemos empezado.Te quiero Vir. MUAA!!!

Anónimo dijo...

Esta guay "la teoría" que es como yo llamo a estas reflexiones que tienen que darse a conocer al mundo.
Me mola la idea, y si quieres contar conmigo para la puesta en escena sería un honor.....puede quedar muy muy bien...
Ya me contarás ;)

besitos!!!!!!

Anónimo dijo...

bendita sea esa incertidumbre, y esa perdida de tiempo en aras de la "no utilidad"... gracias por compartir tus pensamientos...
(se que ahora te estarás descojonando, chica, esque me pierdo en las nubes...)